El primer ministro español destaca su "profunda admiración" por los manifestantes propalestinos

También afirmó que se debería excluir a Israel de las competiciones deportivas internacionales "mientras continúe la barbarie" en Gaza, tal como se sancionó a los equipos deportivos rusos tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú.

"Nuestra posición es clara y categórica: mientras continúe la barbarie, ni Rusia ni Israel deben participar en ninguna competición internacional", afirmó el primer ministro socialista.

Alrededor de 100.000 manifestantes se congregaron el domingo en la última etapa de la Vuelta, que debía finalizar con varias vueltas en Madrid, pero se interrumpió a unos 60 kilómetros (40 millas) de la meta.

Los manifestantes denunciaron la participación del equipo Israel-Premier Tech en una de las tres principales carreras del calendario ciclista internacional.

El equipo, propiedad del desarrollador inmobiliario israelí-canadiense Sylvan Adams, es un equipo privado y no un equipo estatal que ha sido elogiado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por seguir compitiendo a pesar de las vehementes protestas.

El domingo, los manifestantes derribaron las barreras y se situaron en la carretera por donde debían pasar los ciclistas en varios lugares a lo largo de la ruta.

La policía intervino inicialmente en otro punto de la ruta, pero finalmente permitió que los manifestantes ocuparan la carretera pacíficamente.

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'Vergüenza para España'

El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saar, acusó el domingo a Sánchez de "alentar a los manifestantes a salir a las calles" para perturbar la carrera, calificando a su gobierno de "vergüenza para España".

Sus comentarios reflejaron las críticas del partido conservador de oposición español, el Partido Popular (PP).

«El gobierno ha permitido e inducido la no celebración de la Vuelta y, de esta forma, una vergüenza internacional televisada a nivel mundial», escribió el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en X.

La Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) condenó la justificación de la violencia y la propagación de la hostilidad hacia los aproximadamente 45.000 judíos del país.

"Cualquier tolerancia a la violencia es un retroceso democrático y una grave amenaza a la cohesión social", afirmó el grupo en un comunicado, instando a las autoridades a prevenir ese tipo de comportamiento.

Los disturbios fueron la culminación de las protestas pro palestinas que interrumpieron con frecuencia la carrera que duró tres semanas.

Incluso antes del último día, los organizadores tuvieron que acortar algunas etapas y los manifestantes provocaron accidentes tras irrumpir en el recorrido.

"Lo que ocurrió ayer fue absolutamente inaceptable, lamento la imagen que dio (al mundo) y no debe repetirse", dijo el director de la Vuelta, Javier Guillén, en una conferencia de prensa el lunes.

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Se cuestiona el inicio del Tour de Barcelona

Está previsto que el Tour de Francia 2026 comience el próximo año en Barcelona, ​​lo que genera dudas sobre si eso será posible si todavía hay protestas.

"No quiero especular sobre la posibilidad (de que se cambie)", dijo Guillén.

Barcelona tendrá el Tour de Francia... pero es obvio que, a partir de esta Vuelta, los organismos internacionales tendrán que tomar decisiones y el ciclismo también tiene que trabajar en ello, proponiendo cosas.

"Espero que todo se solucione (para el Tour de Francia) y que el conflicto en Gaza haya terminado, no sólo por razones deportivas sino por razones humanitarias", añadió.

España ha sido uno de los críticos europeos más abiertos de la devastadora guerra de Israel en Gaza, desatada por el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023. Reconoció un Estado palestino el año pasado.

La semana pasada el gobierno de Sánchez anunció medidas encaminadas a frenar lo que llamó "el genocidio en Gaza".

Las medidas incluyen la prohibición de que barcos que transporten combustible destinado al ejército israelí salgan de puertos españoles.

El ministro de Cultura español, Ernest Urtasun, dijo el lunes que España debería boicotear el Festival de la Canción de Eurovisión del próximo año si Israel participa, uniéndose a otras naciones europeas que amenazan con retirarse.